Micotoxinas en cereales: cómo prevenir su formación durante el almacenamiento
Las micotoxinas en cereales representan una de las principales amenazas para la inocuidad y la calidad de los granos almacenados. Estas sustancias tóxicas, generadas por ciertos hongos, no solo afectan el valor comercial del producto, sino que también pueden poner en riesgo la salud humana y animal.
Por eso, prevenir su formación desde la poscosecha es fundamental. En este artículo te explicamos por qué se generan, qué condiciones las favorecen y qué estrategias existen para evitarlas durante el almacenamiento.
¿Qué son las micotoxinas y por qué son un problema?
Las micotoxinas son compuestos tóxicos producidos por algunos hongos como Aspergillus , Fusarium y Penicillium , que pueden desarrollarse en los granos almacenados. Estos hongos crecen cuando las condiciones de humedad y temperatura son favorables, y sus toxinas pueden permanecer activas incluso si el hongo ya no está presente.
Su presencia genera múltiples consecuencias:
- Pérdida de calidad comercial del grano.
- Rechazo de partidas para exportación.
- Riesgo sanitario para humanos y animales.
- Daños económicos para productores y plantas de acopio.
Factores que favorecen la formación de micotoxinas
Durante el almacenamiento, los principales factores que activan el desarrollo de hongos y micotoxinas son:
- Alta humedad del grano (>14-15 %).
- Temperaturas elevadas (mayores a 20 °C).
- Mala aireación o falta de control en los silos.
- Material fino acumulado que impide el flujo de aire.
Una vez que el hongo comienza a desarrollarse, la generación de micotoxinas puede ser rápida e irreversible. De ahí la importancia de intervenir a tiempo y con métodos eficaces.
Estrategias para prevenir micotoxinas en granos almacenados
Para evitar la formación de micotoxinas, es clave controlar el ambiente de almacenamiento desde el momento en que los granos ingresan al silo. Las principales acciones recomendadas son:
1. Secado adecuado del grano
Reducir la humedad a niveles seguros (<14 % para maíz y trigo, <9 % para girasol) es el primer paso para evitar la proliferación de hongos.
2. Control de temperatura mediante aireación o refrigeración
Una de las herramientas más efectivas es la refrigeración de granos , que permite mantener el grano a temperaturas por debajo de 15 °C, frenando el desarrollo de microorganismos e insectos.
3. Monitoreo constante
Es fundamental medir la temperatura y humedad del grano durante el almacenamiento. Los sistemas de termometría o muestras manuales ayudan a detectar puntos críticos.
4. Buena limpieza y distribución del grano.
Eliminar material fino, distribuir el grano de manera uniforme y garantizar un sistema de aireación eficiente, mejorar la circulación del aire y evitar zonas con exceso de humedad.
El rol clave de la refrigeración artificial
Cuando el clima no permite una aireación efectiva, especialmente en zonas cálidas o durante el verano, la refrigeración artificial se vuelve una herramienta clave.
Según experiencias en Argentina, enfriar los granos hasta los 13–15 °C reduce el riesgo de desarrollo fúngico y permite almacenar de forma segura por varios meses, sin necesidad de usar productos químicos.
Esta tecnología es parte de nuestra propuesta en Cerealtec , donde brindamos soluciones integrales de manejo poscosecha con refrigeración de precisión .
¿Qué cereales son más vulnerables a las micotoxinas?
- Maíz : uno de los más sensibles, especialmente al hongo Fusarium .
- Trigo : puede contaminarse con Penicillium si no se seca bien.
- Cebada y avena : también susceptibles a hongos si se almacenan con humedad elevada.
- Girasol : debido a su alto contenido graso, es muy sensible a la rancidez ya hongos si supera el 9 % de humedad.
Conclusión
Evitar las micotoxinas en cereales es posible si se adoptan buenas prácticas desde el primer día de almacenamiento. El control de la humedad y la temperatura , junto con el uso de tecnologías como la refrigeración artificial , son medidas clave para conservar la calidad e inocuidad del grano.
