El almacenamiento de granos es una fase crítica en la cadena de producción agrícola, donde cada detalle técnico puede marcar la diferencia entre conservar la calidad de los granos o sufrir pérdidas significativas. En este contexto, la soja, como uno de los cultivos más importantes a nivel mundial, requiere una atención especial debido a sus características específicas y su susceptibilidad al deterioro. Para comprender mejor este proceso y optimizar las estrategias de almacenamiento, es fundamental tener en cuenta las siguientes consideraciones:
Deterioro de los granos
El deterioro de los granos es un proceso inevitable, pero su velocidad y alcance pueden ser controlados mediante medidas adecuadas. La comprensión del desarrollo y maduración de los granos es esencial para este fin. Durante los primeros 10 a 15 días posteriores a la floración, los granos experimentan un aumento en su contenido de humedad, seguido de una disminución gradual hasta alcanzar la madurez fisiológica. La madurez de cosecha se logra entre 80 y 90 días después de la floración.
Es crucial evitar el estrés en el cultivo, ya que los cultivos estresados producen granos de menor calidad y más susceptibles al deterioro. Además, es fundamental llegar a la madurez fisiológica con granos bien formados y con todos sus atributos en plenitud.
Estructura del grano
El grano debido a su morfología, es especialmente susceptible al daño mecánico. La estructura del grano, con un eje hipocótilo-radícula expuesto y tegumentos que se desprenden fácilmente, aumenta su vulnerabilidad al deterioro. Además, los granos más grandes suelen ser más susceptibles debido a la proporción de tegumento en relación con su tamaño.
Principios básicos del almacenamiento:
El objetivo fundamental del almacenamiento es conservar los granos secos, sanos y limpios. Cualquier daño físico o alteración en la integridad de los granos aumenta su susceptibilidad al deterioro. Para garantizar un almacenamiento efectivo, es crucial considerar:
- Genética: Algunos cultivares de granos son menos susceptibles al deterioro debido a variaciones en su constitución química y física.
- Cultivo: El cultivo debe mantenerse con el mínimo estrés posible para producir granos de alta calidad.
- Cosecha: El daño mecánico durante la cosecha puede afectar significativamente la calidad de los granos y su capacidad de almacenamiento. Es crucial ajustar correctamente los equipos y evitar el daño físico.
Respiración de los granos
Los granos respiran para mantenerse vivos, consumiendo oxígeno y liberando dióxido de carbono y calor. La temperatura y la humedad del grano influyen en el ritmo de respiración, lo que a su vez afecta su conservación durante el almacenamiento. Mantener los granos a bajas y constantes temperaturas es fundamental para prolongar su conservación.
Humedad de equilibrio del grano:
La humedad de equilibrio del grano es un factor clave en el intercambio dinámico de humedad entre el grano y la atmósfera circundante. La temperatura y el tipo de grano influyen en este equilibrio, que es crucial para determinar el momento óptimo para la aireación de los granos durante el almacenamiento.
Manejo de los granos en postcosecha
La etapa de postcosecha es tan importante como la producción y la cosecha, ya que cualquier deterioro durante esta fase puede tener consecuencias significativas en la calidad y el valor comercial de los granos. Es esencial aplicar medidas preventivas y adoptar un enfoque integral que considere la sanidad, limpieza, aireación y monitoreo de los granos durante su almacenamiento.
Sistemas de almacenamiento
En general podemos clasificar a los sistemas de almacenamiento, según la atmósfera del lugar donde se guardan los granos en:
1- Atmósfera normal: Es un almacenamiento en el cual el aire que rodea a los granos prácticamente tiene la misma composición que el aire atmosférico. Es el tipo de almacenamiento más difundido y dentro de éste, los sistemas más comunes son: Silos de chapa, Silos malla de alambre, Celdas, Galpones, etc.
2- Atmósfera modificada: Es un sistema de almacenamiento, en el cual se procura modificar la atmósfera interior del lugar donde se almacenan los granos, con el fin de restringir la disponibilidad del oxígeno del aire y así poder disminuir los procesos de respiración de los hongos e insectos.
En resumen, el éxito del almacenamiento de granos radica en comprender y aplicar adecuadamente estos principios y consideraciones previas, con el objetivo de preservar la calidad de los granos y minimizar las pérdidas económicas.